El problema llega cuando vuelves a usarlo.
Un turismo parado no descansa. Los sistemas siguen consumiendo energía, los materiales se deforman y la humedad hace su trabajo. El resultado aparece semanas después y rara vez avisa a tiempo.
Por qué tu coche sufre cuando no circula
La batería pierde carga por consumos en reposo. Si cae por debajo de cierto umbral, se sulfata y ya no recupera bien. Los neumáticos se aplastan en la zona de apoyo y generan vibraciones. Los frenos se cubren de una película de óxido y pueden pegarse. En el motor, los aceites se escurren y la condensación promueve corrosión interna. Los combustibles actuales absorben agua y degradan su calidad, algo que afecta a bomba e inyectores.
Treinta días parado castigan la batería; a los sesenta, frenos y neumáticos suelen dar síntomas claros.
Un coche inmóvil también atrae fauna indeseada. Ratones y ratas muerden cables y manguitos. Un solo corte basta para encender varios testigos.
Las 7 averías que llegan tras 30 días sin uso
- Batería agotada o sulfatada: arranca un día y al siguiente muere. Sustitución habitual entre 80 y 200 euros según capacidad y tecnología.
- Neumáticos con “huevos”: vibración a partir de 60 km/h. A veces se corrige al rodar; si persiste, cambio parcial o completo (60 a 140 euros por rueda en llanta media).
- Discos y pastillas con óxido o pegados: chirridos, frenada irregular y volante tembloroso. Desde un simple asentamiento en carretera hasta rectificado o cambio (120 a 400 euros, según eje y modelo).
- Combustible degradado: arranque perezoso, tirones y luz de avería. Limpieza del circuito e inyectores entre 100 y 300 euros; en casos graves, más.
- Fugas por juntas resecas: gotas bajo el coche tras la noche. Retenes, manguitos o abrazaderas nuevos (30 a 150 euros la intervención sencilla).
- EGR o mariposa agarrotadas en diésel: modo protección y pérdida de potencia. Limpieza o sustitución desde 150 a 500 euros.
- Cables mordidos por roedores: fallos eléctricos intermitentes. Reparación muy variable: desde 50 euros por un terminal hasta varios cientos si afecta a mazos.
Parar el coche no recorta el mantenimiento: lo retrasa y lo encarece cuando reaparece el uso.
Cómo aparcar para evitar males mayores
Freno de estacionamiento y transmisión
No dejes el coche solo “en una marcha” ni únicamente en la posición P del automático. La sujeción debe hacerla el freno de estacionamiento. En automáticos, primero freno de mano y después P. Así no cargas el bloqueo del cambio.
Si vas a dejarlo en un garaje nivelado varias semanas, usa calzos y libera el freno de mano para que las pastillas no se queden pegadas. En la calle, prioriza la seguridad: freno de mano siempre y ruedas orientadas hacia el bordillo en pendiente, sin llegar a tocarlo.
Ruedas y bordillos
Aparca con las ruedas rectas. Evita que el neumático muerda el bordillo. Esa presión deforma el flanco y marca la carcasa. Deja unos centímetros de separación para salvar llanta y goma.
Plan de conservación por periodos
| Periodo sin uso | Qué hacer |
|---|---|
| Hasta 2 semanas | Sube presión +0,2 bar. Comprueba que la batería está sana. Tras volver a usarlo, realiza una frenada suave para limpiar discos. |
| Hasta 4 semanas | Elimina consumidores en reposo. Valora un mantenedor de batería. Llena el depósito al 85-95% para reducir condensación. |
| Hasta 8 semanas | En garaje, calzos y freno de mano liberado. Presión +0,3/+0,4 bar. Funda transpirable en interior. Conduce 25-30 minutos cada 15 días. |
Ralentí largo no ayuda: no alcanza temperatura, no carga bien la batería ni limpia el escape.
La salida quincenal debe incluir un tramo de autovía. Mantén el motor entre 2.000 y 3.000 rpm, realiza varias frenadas progresivas desde velocidad legal y deja que el ventilador del motor complete su ciclo. El aire acondicionado conviene activarlo diez minutos para lubricar juntas.
Señales de daño que piden actuar ya
- Arranca y se cala al poco: batería fatigada o combustible con agua.
- Chirrido metálico y volante que vibra al frenar: óxido en discos y pastillas cristalizadas.
- Manchas nuevas en el suelo: reten o manguito con microfisuras.
- Olor a gasolina o gasóleo dentro: fuga leve en conexiones o línea.
- Luz de motor en amarillo tras trayectos cortos: EGR o mariposa con hollín acumulado.
¿Usas poco el coche? Prepara tu “ruta de salud”
Elige un itinerario de 25 a 35 minutos cada 10 a 14 días. Combina ciudad y autovía. Evita recados de cinco minutos. Esos viajes cortos no secan el escape, no regeneran sistemas y castigan la batería. Incluye varias frenadas progresivas para limpiar discos. Si notas vibración por neumáticos, mantén velocidad estable unos 20 minutos; si continúa, revisa equilibrado.
Gasolina, diésel, híbridos y eléctricos: matices que cuentan
En gasolina, un estabilizador ayuda si prevés más de dos meses parado. En diésel, un aditivo que limite la condensación y un filtro reciente reducen agua en el circuito. Los híbridos montan también batería de 12 V: emplea un mantenedor como en cualquier turismo. En eléctricos de batería, intenta guardar el coche entre el 40% y el 60% de carga. Evita dejarlo al 100% durante semanas. Revisa presión de neumáticos y, si el fabricante dispone de modo almacenamiento, actívalo. Mueve el coche unos metros cada dos semanas para cambiar el punto de apoyo. Usa los frenos de fricción en EV de vez en cuando, ya que la regeneración reduce su uso y el óxido avanza más rápido.
Checklist previo si vas a dejarlo 30 días
- Lava y seca carrocería y llantas para evitar corrosión superficial.
- Reposta hasta casi lleno y anota el nivel de combustible.
- Infla neumáticos con +0,2/+0,4 bar según tiempo previsto.
- Desactiva cargadores, ambientadores eléctricos y dispositivos OBD.
- Conecta un mantenedor a la batería de 12 V si es posible.
- Ventila el interior unos minutos antes de cerrar y deja bolsillos vacíos.
- Coloca trampas o repelentes de roedores en garajes con riesgo.
- Registra la fecha y programa recordatorio para la “ruta de salud”.
Cuánto cuesta no moverse frente a prevenir
Un mes sin uso puede acabar en batería nueva (120 euros de media) y limpieza de frenos (desde 40 euros). Preparar el coche cuesta menos: mantenedor básico (25-40 euros), estabilizador de gasolina (8-12 euros), manómetro e inflador portátil (30-60 euros). Con una salida quincenal y presiones correctas, la mayor parte de problemas no llega a aparecer.
Si haces pocos kilómetros al año, negocia con tu taller una revisión por tiempo y no solo por kilometraje. Aceites, refrigerantes y líquidos de frenos envejecen aunque no circules. Un calendario claro evita sorpresas y alarga la vida del coche.










30 jours seulement et déjà batterie HS ? Ça me parait exagéré, non ?
Merci pour le rappel, je vais gonfler +0,3 bar et faire une “route de santé” ce week‑end. J’avais oublié que le ralenti long ne sert à rien 🙂