La factura ya pesa.
En 2025, promotoras y compradores priorizan sistemas que arrancan al instante, se integran con placas solares y se controlan por estancias. La tendencia desborda a los clásicos circuitos de agua y reabre el debate: qué instalar para equilibrar confort, coste y eficiencia sin complicar la obra.
Qué está cambiando en la obra nueva
El suelo radiante hidrónico marcó una época por su confort uniforme. Aun así, el patrón de compra se ha movido hacia soluciones eléctricas en malla o estera que se colocan bajo el pavimento. Las promotoras las incluyen porque reducen tiempos de entrega, simplifican el presupuesto y permiten ajustar la potencia a cada estancia.
Las mallas calefactoras calientan desde el primer minuto y permiten zonificar de forma real: habitación a habitación.
El salto tecnológico viene por los termostatos conectados, los sensores de suelo y las apps que programan franjas horarias. En climas templados, la respuesta rápida compensa al usuario que pasa pocas horas en casa o alterna teletrabajo y oficina.
Cómo funciona la nueva alternativa
Las esteras eléctricas son resistencias distribuidas en una malla que se extiende bajo el revestimiento. El sistema emite calor por radiación y convección suave, sin circuito de agua ni colectores. El instalador coloca una sonda de temperatura en el suelo y la conecta al termostato de la estancia.
Zonas, potencia y control
- Potencia típica: 100–130 W/m² en salones y dormitorios; 140–160 W/m² en baños.
- Arranque: sensación de calor en minutos y temperatura estabilizada en 20–40 minutos según espesor.
- Zonificación: cada estancia funciona de forma independiente con su programador.
- Suelo compatible: cerámico, porcelánico, vinílico y laminado apto para calor radiante.
En baños, 150 W/m² secan el suelo, eliminan la sensación de pisar frío y se programan solo a horas de uso.
Costes y comparación rápida
| Sistema | Coste instalado | Obra | Tiempo | Mantenimiento | Zonas |
|---|---|---|---|---|---|
| Estera eléctrica bajo pavimento | 35–70 €/m² | Sin hidráulica; capa fina de adhesivo | 1 día por vivienda pequeña | Prácticamente nulo | Por estancia |
| Suelo radiante con agua + aerotermia | 45–70 €/m² + 6.000–12.000 € equipo | Mortero, colectores y sala técnica | 1–2 semanas | Revisiones y equilibrado | Por circuito |
| Conductos con bomba de calor | 2.500–5.500 € | Falsos techos y rejillas | 2–4 días | Bajos | Por zonas si hay compuertas |
Los rangos varían por calidades, superficie útil y tarifas de cada instalador. Las esteras reducen inversión inicial y acortan plazos, algo que las promotoras valoran en entrega de llaves.
Consumo: cuánto puede costar calentar tu casa
En obra nueva, el Código Técnico de la Edificación empuja a demandas térmicas bajas. Ese punto favorece a las esteras, que rinden bien en viviendas con buen aislamiento, carpinterías de calidad y pocas infiltraciones.
Mini simulación orientativa
- Vivienda: 90 m² bien aislados en clima templado.
- Demanda de calefacción: 25 kWh/m²·año (2.250 kWh/año).
- Estera eléctrica (rendimiento 1:1): 2.250 kWh/año. A 0,16 €/kWh ≈ 360 €/año.
- Con autoconsumo fotovoltaico que cubre el 30% del uso diurno: ≈ 250 €/año.
- Aerotermia con COP estacional 2,5: ≈ 900 kWh/año, unos 145 €/año, con inversión mayor.
En casas bien aisladas, la factura anual con malla eléctrica puede quedar por debajo de 300–400 € en climas templados.
La cifra cambia por clima, hábitos y precio de la luz. Programar por estancias, sellar infiltraciones y usar consignas moderadas marca la diferencia.
Ventajas y límites reales
Lo que gana el usuario
- Instalación rápida y limpia, sin colectores ni purgados.
- Control por habitaciones con horarios y sensores de suelo.
- Integración directa con fotovoltaica y domótica doméstica.
- Vida útil que supera las dos décadas si se instala con pruebas eléctricas y sondas de reserva.
Lo que debes vigilar
- Potencia contratada: 50 m² a 120 W/m² suman 6 kW si todo encendiera a la vez; la zonificación atenúa picos, pero conviene dimensionar.
- Revestimientos: los laminados y vinilos deben ser aptos para calor radiante y limitar la resistencia térmica.
- Perforaciones: guardar un plano de cables evita taladrar la zona calefactora al instalar mobiliario.
- Climas fríos: en zonas muy frías, una bomba de calor central puede ofrecer mejor coste por kWh útil.
Instalación paso a paso y buenas prácticas
El instalador limpia el soporte, extiende la estera, coloca la sonda en tubo corrugado, verifica con megóhmetro, embebe con adhesivo y asienta el pavimento. Un segundo canal para una sonda extra facilita reparaciones sin levantar suelo. Los baños suelen llevar un termostato con limitación de temperatura del suelo para proteger el vinilo o la madera.
Un instalador cualificado deja mediciones de aislamiento y resistencia en el acta de instalación; esa hoja vale oro en garantía.
Encaje con renovables y con la tarifa eléctrica
La malla eléctrica casa bien con placas solares: se programa el calor base en horas de producción y se remata en valle nocturno. Un termostato con lógica de histéresis corta picos y mantiene el confort sin serruchos de consumo. Quien teletrabaja puede activar solo despacho y baño, con consignas más bajas en dormitorios hasta la noche.
¿Para quién sí y para quién no?
- Perfil favorable: pisos bien aislados en costa o meseta templada, usuarios que quieren obra simple, programaciones por estancia y costes de inversión moderados.
- Perfil menos favorable: viviendas grandes en clima muy frío, uso intensivo todo el día o necesidad de refrigeración central; ahí compensa valorar aerotermia y emisores de agua.
Claves para decidir con criterio
- Pide cálculo térmico por estancia y potencia instalada por m².
- Solicita plano de cables y fotos antes de cerrar el pavimento.
- Exige pruebas eléctricas documentadas y termostatos con sonda de suelo.
- Valora tarifa con periodos horarios y programación por escenas (mañana, tarde, noche).
- Si buscas frío en verano, combina con split o conductos; la estera no enfría.
Información útil para ampliar la visión
La aerotermia sigue reinando donde se precisa calefacción y ACS con un solo equipo y, a la vez, se quiere refrigeración. Muchas promotoras optan por una solución mixta: bomba de calor para ACS y frío, y mallas eléctricas para baños y zonas de paso. Esa mezcla recorta inversión y mantiene el confort donde más se nota.
Si ya tienes suelo radiante de agua, no hace falta retirarlo: una instalación existente bien equilibrada ofrece un coste por kWh muy competitivo. La clave está en el control. Un buen termostato por estancia y una curva de calefacción bien ajustada cambian por completo la experiencia de uso, igual que ocurre en las mallas eléctricas con una programación precisa.









