Muchas casas en España lidian con lo mismo.
La solución que vuelve a circular en redes no nació ayer. Viene de la rutina de nuestras madres, funciona con pocos ingredientes y se aplica sin equipos complicados. El objetivo es recuperar el blanco y alargar la vida del tejido con un proceso corto y seguro.
Por qué se amarillean las fundas
El sudor deja proteínas y sales en la fibra. El sebo de la piel y las cremas faciales aportan grasa. Los productos capilares transfieren colorantes y siliconas. Todo se fija con el calor corporal y los lavados tibios. Si además el agua es dura, los minerales se adhieren al algodón y apagan el blanco.
El resultado son rodales amarillos, olores persistentes y un tejido que parece cansado incluso recién lavado. El ciclo normal de la lavadora no siempre rompe esa mezcla de grasa y residuos.
El método de las madres, paso a paso
La mezcla base que no maltrata la fibra
La combinación de agua oxigenada al 3% con detergente líquido crea un baño blanqueante y desengrasante. Actúa sobre manchas orgánicas y malos olores sin decolorar como la lejía.
Funciona en algodón y microfibra blanca. Repite sin miedo cada mes porque no endurece la tela ni amarillea.
- Llena un barreño con 4–5 litros de agua caliente, sin hervir.
- Añade 50 ml de detergente líquido para ropa y 50 ml de agua oxigenada al 3%. Remueve hasta ver espuma fina.
- Aplica la mezcla con un cepillo de cerdas suaves en las zonas más amarillas. Movimientos circulares, sin apretar.
- Deja las fundas sumergidas hasta que el agua se enfríe por completo. El líquido se oscurecerá al liberar suciedad.
- Lleva las fundas a la lavadora con tu detergente habitual. Programa de prendas delicadas a 30–40 °C.
- Si buscas un extra de blanco, vierte 30 ml de agua oxigenada en el cajetín del detergente.
- Seca al aire. El sol ayuda a blanquear de forma natural. En secadora, elige un programa suave.
Truco doméstico: para cuellos y bordes, coloca la funda sobre una toalla, trata solo la zona y limita el frotado.
Alternativas cuando te falta un ingrediente
Bicarbonato para aflojar la suciedad
Disuelve 2 cucharadas soperas en agua caliente y deja en remojo 60 minutos. Añade una cucharadita extra para manchas resistentes y frota con suavidad. Luego, lavado normal. El bicarbonato neutraliza olores y eleva el pH del agua, lo que mejora el rendimiento del detergente.
Limón para un blanqueo suave
Exprime 1–2 limones en un litro de agua caliente. Remoja 30 minutos y aclara bien antes del lavado. El ácido cítrico rompe restos de grasa ligera y aporta luminosidad. Úsalo solo en tejidos blancos o muy claros.
Percarbonato sódico, el oxígeno sólido
Una cucharada en el tambor a 40–60 °C libera oxígeno activo. Es eficaz con manchas orgánicas y no deja olores. Verifica la etiqueta del tejido y evita en seda o lana.
| Ingrediente | Proporción | Tiempo | Manchas típicas | Precauciones |
|---|---|---|---|---|
| Agua oxigenada 3% + detergente | 50 ml + 50 ml por 5 L | Hasta que enfríe | Sudor, sebo, olor | No mezclar con lejía ni vinagre a la vez |
| Bicarbonato | 2 cucharadas por 4 L | 60 min | Olor, velos grises | Disolver bien para evitar restos |
| Limón | 1–2 limones por 1 L | 30 min | Amarillo ligero | Solo en blancos; aclarado a fondo |
| Percarbonato | 1 cda en tambor | Lavado | Orgánicas secas | Evitar en seda y lana |
Hábitos que marcan la diferencia
- Usa protectores de almohada impermeables y transpirables. Frenan el sudor y prolongan la blancura.
- Lava las fundas cada 1–2 semanas. En verano o si usas cosméticos de noche, reduce el intervalo.
- Aplica cremas al menos 30 minutos antes de acostarte o usa toalla en la almohada esa noche.
- Enjuaga el cabello si usas productos sin aclarado. Evitas residuos en la tela.
- Añade 100 ml de vinagre blanco en el aclarado de vez en cuando. Elimina restos de detergente y suavizante.
- Si vives en zona de agua dura, incorpora un antical en lavados blancos. Recupera brillo y suavidad.
Funda: cada 1–2 semanas. Protector: cada mes. Relleno de almohada con funda extraíble: cada 2–3 meses.
Seguridad y errores comunes
- No mezcles agua oxigenada con lejía. Tampoco la juntes con vinagre en el mismo baño.
- Usa guantes si tienes piel sensible. Evita el contacto directo prolongado.
- Prueba en una costura interna si la funda tiene bordados o ribetes de color.
- Evita el agua hirviendo en mezclas. Puede fijar manchas de proteína y encoger tejidos.
- No uses agua oxigenada por encima del 3% sin diluir. Podría dañar fibras delicadas.
Cuándo compensa cambiar la funda o la almohada
Si persisten manchas oscuras, el tejido se vuelve áspero o se ven halos que reaparecen tras varios lavados, quizá la fibra está fatigada. Costuras abiertas, olor que vuelve en horas o relleno apelmazado indican que el problema ya es la almohada. Los fabricantes recomiendan renovar cada 2–3 años, antes si hay alergias.
Coste, ahorro y un cálculo rápido
Un ciclo con este método ronda los 0,20–0,40 euros: 50 ml de agua oxigenada y 50 ml de detergente. Recuperar dos fundas evita comprar un juego nuevo de 10–15 euros. Si aplicas el proceso tres veces al año, alargas su vida al menos una temporada y reduces residuos textiles.
¿Y si la funda es de color o estampada?
Realiza una prueba de solidez del color: un bastoncillo con la mezcla en una esquina interna durante 10 minutos. Si el algodón no suelta tinte, procede. En colores intensos, baja la dosis de agua oxigenada a 20–30 ml por 5 litros y prioriza bicarbonato. En lino teñido o seda, evita el peróxido y opta por jabones neutros.









